








En los últimos años, el Mar Menor ha sido rodeado por cultivos de la agroindustria, que ha transformado el secano tradicional en regadíos controlados por grandes corporaciones, algunas con sede en Reino Unido o Francia, y que utilizan elevadas cantidades de fertilizantes en el riego. En la imagen, un sembrado de San Ginés de la Jara roturado en pendiente para que el agua no se encharque y pudra las raíces, una práctica nefasta para el mar Menor, al fondo.

El municipio más afectado por la DANA fue Los Alcázares. No es casualidad que sea el que más ha crecido urbanísticamente. "Estamos en la zona cero de las inundaciones. Los cauces se desviaron, se vallaron ramblas y ahora se inundan zonas que no eran inundables y el agua llega con tal virulencia que lo arrasa todo. Cada vez que llueve hay pánico", explica Santiago Pérez Blaya. La DANA arrastró al Mar Menor mil toneladas de nitratos. En la imagen, un kiosco semihundido en la playa de Manzanares.

Vertido ilegal al Mar Menor. "El agua cargada de nitratos y el rechazo de salmuera de la desalación del acuífero para la agricultura van a parar a la laguna"



